lunes, 6 de octubre de 2014

El Cabildo de Gran Canaria consolida y restaura el acueducto de Las Canales

Es uno de los monumentos históricos más singulares de la Villa de Moya y alberga la mayor acequia de madera de la isla, testimonio de la centenaria 
cultura del agua del municipio.


El Cabildo, a través de la Consjería de Cultura, está ejecutando una serie de trabajos para la consolidación y restauración del acueducto de Las Canales,en el barrio moyense de Lomo Blanco. Antigua estructura de conducción de aguas, alberga la mayor acequia de madera de la isla, labrada en madera de pino canario. Se trata de uno de los monumentos históricos más emblemáticos de la Villa de Moya, testimonio de la centenaria cultura hidráulica existente en el municipio.


El acueducto, en desuso desde hace décadas, se encontraba en franco estado de deterioro debido a la acción humana. Las piedras de los pilares llegaron a ser incluso utilizadas para la construcción de la carretera vecinal adyacente, sin consideración alguna hacia su valor histórico. La actuación del Cabildo, impulsada por la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías a instancias del propio Ayuntamiento de la Villa de Moya, cuenta con un presupuesto de 45.000 euros y un período de ejecución de cuatro meses, si bien los trabajos se encuentran ya muy avanzados.

Icono destacado del paisaje cultural de la comarca, el acueducto de Las Canales fue construido por la Heredad de Aguas de Los Chorros, Propios y El Laurel para salvar el desnivel existente en la zona. Se cree que data de la primera mitad del siglo XIX, si bien los técnicos de Patrimonio Histórico del Cabildo tienen previsto realizar un estudio en profundidad de la madera para determinar la fecha exacta de su construcción. Su singularidad es debida tanto a su morfología estructural, con dos muros laterales y cuatro pilastras irregulares que sustentan el canal de riego, como a los materiales con los que fue levantado, piedra y cal para la estructura y tea de pino para el canal. Es una auténtica joya de ingeniera hidráulica de la época, que muestra el empeño de las gentes del lugar en la búsqueda de soluciones para canalizar el agua con fines agrícolas.

Gracias a la riqueza hídrica de sus dos principales barrancos, el de Las Madres – Azuaje y Los Tilos – Moya, la Villa de Moya cuenta con una vasta cultura del agua forjada a lo largo de los siglos. A raíz de los primeros repartos de tierras tras la conquista de Gran Canaria y de la posterior constitución de las heredades de aguas, la población local se esforzó sin pausa en el aprovechamiento agrícola de este recurso natural. El agua que nacía en los altos de la Villa era conducida hacia cotas más bajas, de mejor clima para la producción pero de menor pluviometría. Testimonio de ello es la extensa red de infraestructuras hidráulicas que aún conserva Moya, formada por pozos, galerías, molinos, acequias, lavaderos, estanques o cantoneras que se prodigan a lo largo de todo el territorio, evocando un pasado no muy lejano de relación sostenible y respetuosa entre el ser humano y el medio que lo rodea.


El acueducto de Las Canales es precisamente una de las mayores muestras de este legado etnográfico. Su inclusión en el Catálogo de Patrimonio Arquitectónico y en la Carta Etnográfica Municipal pone de manifiesto su importancia como uno de los elementos más característicos del patrimonio hidráulico de Moya y de toda Gran Canaria. La intervención del Cabildo contribuirá de forma decisiva a su conservación.

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