El cronista oficial de la Aldea fue el encargado de abrir con su ponencia las III Jornadas de Cultura del Agua en Telde
Francisco Suárez Moreno |
La Casa-Museo León y Castillo inauguró este lunes la tercera edición de las Jornadas de Cultura del Agua organizadas por el colectivo El Bloque en colaboración con el Cabildo de Gran Canaria.
Tras el acto de apertura, en el que participaron el consejero insular Francisco Santana y el director del centro museístico, Antonio María González Padrón, fue Francisco Suárez el encargado de tomar la palabra para disertar sobre la historia de las galerías filtrantes.
Después de la inauguración oficial, en la que tomaron la palabra el director de la CasaMuseo León y Castillo y cronista oficial de la ciudad de Telde, Antonio María González Padrón, para agradecer la labor realizada por el historiador Juan Ismael Santana como coordinador del evento, y el consejero insular de Agricultura, Ganadería, Pesca, Patrimonio y Aguas, el teldense Francisco Santana, quien puso en valor este tipo de iniciativas como motivación para reavivar y reactivar la historia y cultura del agua en Canarias, todo ello gracias a la dedicación de personas que con “amor y pasión” se entregan a tal fin pese a las graves dificultades económicas existentes; el investigador y prolífero escritor Francisco Suárez Moreno abordó las minas y galerías hidráulicas en el contexto de la ingeniería mundial.
Dos elementos, diferenciados entre sí, pero que tal y como expuso el también cronista oficial de la Aldea de San Nicolás de Tolentino se generalizaron en Canarias a principios del siglo XVI y después del XVIII y guardan muchas similitudes con las galerías filtrantes construidas en Oriente Medio, Sudamérica y algunos pueblos del Mediterráneo desde tiempos protohistóricos. Todo ello con el objetivo de captar las aguas subálveas de los barrancos gracias al efecto de la gravedad.
Dentro de los muchos e interesantes datos históricos aportados durante su disertación, Francisco Suárez destacó que fue la civilización romana la que desarrolló y perfeccionó al máximo las técnicas hidráulicas del Mundo Antiguo, tanto de canalizaciones como de captaciones, asimiladas en parte de los pueblos conquistados en el cercano Oriente.
No obstante, tal y como apuntó este investigador, la técnicas de las galerías y minas llegaron a Canarias desde la Península, en la cual fueron introducidas mediante las invasiones y colonizaciones árabes, que propagaron toda una nueva cultura del agua por las tierras Ibéricas, Norte de África e islas mediterráneas como Baleares, Sicilia, Chipre.
Una desarrollada tecnología hidráulica y agronómica islámica que resultó "extraordinaria" para el desarrollo económico de la época andalusí y de momentos posteriores en las regiones hispanas y tierras de ultramar, que fueron luego ocupadas por portugueses y españoles.
Aquí, en Canarias, según expuso Suárez Moreno, las galerías filtrantes que existían a principios del siglo XIX eran en su mayoría minas que captaban aguas subálveas y algunas de los acuíferos colgados en montañas. Sin embargo, según avanzó el siglo, fue necesario construir más elementos de este tipo en roca, desde el interior de los pozos estrategia de captación de aguas ocultas más extendida en las Islas a las llamadas galerías.
Fuente: Teldeactualidad.com
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